sábado, 30 de octubre de 2010

NIÑEZ :PERDIDA DE VALORES SICARIOS Y MENTES CRIMINALES.

Tiene 12 años y es usado por Cártel del Pacífico para cercenar a víctimas

Una noticia estremecedora que deja pensando en lo que se ha transformado la niñez en México
justo lo que en clses de PSICOLOGÍA CRIMINAL se ha comentado y que apareció en los titulares de los principales rotativos:


"Niño 'decapitador' escapa del Ejército."

Versiones preliminares y de algunos soldados afirman que el menor, apodado "El Chucky", logró darse a la fuga tras un operativo en Jiutepec, Morelos

Se iniciaron a las tres de la mañana en la calle de Zacatenco, numero 23, colonia Tejalpa, en el municipio mencionado, donde los inculpados habían instalado una casa de seguridad.

En el incierto destino que le espera a México para los próximos años, se encuentra el de una nueva generación de sicarios que iniciarán su carrera delictiva cada vez a edad más corta, porque el destino es implacable y su visión de vida no alcanza a describir horizontes sin violencia y ganancias rápidas.

Un claro ejemplo se encuentra en un sicario apodado “El Chucky”, de sólo 12 años de edad, integrante de una banda de sujetos al servicio del Cártel Pacífico Sur, CPS, señalado como el encargado de decapitar a sus víctimas.

Su grado de insensibilidad va unida a su habilidad, porque ayer al ser capturados seis de sus acompañantes, el burló el cinturón de seguridad que habían tendido los elementos de la 24 Zona Militar en una casa de seguridad en la comunidad de Tejalpa, perteneciente al municipio de Jiutepec, Morelos.

Su grado de peligrosidad fue considerada elevada, debido a que a pesar de haber sido uno de los golpes más severos asestados al crimen organizado en el estado de Morelos, tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva, “El Jefe de Jefes”, éste “niño criminal” logró evadir la acción de la policía.

Los seis sicarios del “Cártel del Pacífico Sur” tenían el encargo de
ejecutar a enemigos de la organización delictiva, en particular “a gente de Edgar Valdez Villarreal”, “La Barbie”.

INFORMES ANÓNIMOS ABREN CAMINO

Informes preliminares obtenidos en la citada Zona Militar refieren que las acciones mediante las cuales se logró la captura de los presuntos responsables, basadas en denuncias ciudadanas anónimas, se iniciaron a las tres de la mañana en la calle de Zacatenco, numero 23, colonia Tejalpa, en el municipio mencionado, donde los inculpados habían instalado una casa de seguridad.

“En el in mueble, el que incluso apareció en un video subido a una página electrónica, se encontraron seis rifles de asalto AK-47 y varios paquetes con droga, toda vez que los detenidos no solo ejecutaban a seguidores de Valdez Villarreal y narcos contrarios a su organización, sino también se dedicaban al narcomenudeo”.

Trascendió que en declaración ante autoridades castrenses, los detenidos aceptaron que cobraban tres mil dólares por cada ejecución que realizaban, entre ellas las registradas en los puentes de Galerías y Tabachines, donde fueron “colgadas y tiroteadas” las víctimas. También se les vincula con el fusilamiento de varias personas en las inmediaciones del fraccionamiento Burgos.

Y que entre los detenidos, quienes se espera sean puestos a disposición de la Procuraduría General de la República en las próximas horas, se encuentra Jesús “N” o “El Negro”, encargado de la célula delictiva del CPS, quien reveló a las autoridades militares que el joven que logró escapar de la casa de seguridad de Jiutepec responde al apodo del “El Chcuck”, de apenas 12 años de edad.

Se insistió en que los presuntos responsables, en un “alarde de prepotencia” y reto a las autoridades, subieron a la red un video en el que incluso posan, dentro de la casa de seguridad, con armas largas. La filmación, según los informes que obran en poder de autoridades, apareció bajo el rubro de “los Sicarios del CPS en Morelos.


miércoles, 20 de octubre de 2010

CORONEL CANADIENSE VIOLADOR EN SERIE HOMICIDA,TRAVESTI Y FETICHISTA SEXUAL.

El coronel fetichista, violador y asesino Russel Wiliams
 miércoles, 20 de octubre de 2010


Uno de los oficiales con más futuro en las Fuerzas Aéreas canadienses se declara culpable de torturar, forzar y matar a dos mujeres
El coronel Russell Williams, de 47 años, era hasta febrero pasado uno de los oficiales más brillantes y con mejores perspectivas de futuro en las Fuerzas Aéreas canadienses. Apuesto, fornido y marcial. El clásico militar de pelo en pecho al que le sienta bien el uniforme.

 Pero detrás de su impecable fachada escondía una personalidad sórdida: el perfil de un fetichista torturador, violador y asesino.
Los detalles revelados hoy por la fiscalía canadiense son dignos de un guión cinematográfico que no desdeñaría Quentin Tarantino. Engatusó a dos mujeres, a las que maniató, torturó durante horas, violó repetidas veces y finalmente estranguló. Y no olvidó fotografiar y grabar en vídeo la secuencia completa de sus «hazañas».

Durante el proceso que se le sigue en Belleville, a unos 180 kilómetro al este de Toronto, la fiscalía omitió las grabaciones por su crudeza. Pero las fotografías mostradas retratan al personaje. Rostro serio, casi pétreo, torso velludo, brazos musculosos, abdomen de gimnasio... vestido sólo con las prendas íntimas de sus víctimas, braguitas rojas, sujetadores negros, bodys verdes...



Williams admitió ante la sala haber torturado, violado y asesinado en noviembre de 2009 a la cabo Marie-France Comeau, de 38 años de edad, que servía bajo sus órdenes en la base aérea de Trenton; y a la joven Jessica Lloyd, de 27 años de edad, en enero pasado.

 La violó durante dos horas

El fiscal Lee Burgess, que apenas pudo contener las lágrimas, relató a la sala que en el primer asesinato, el de la cabo Comeau, Williams irrumpió en su casa y, tras golpearla, la violó repetidamente durante dos horas. Comeau se resistió y escapó de habitación en habitación, pero el coronel la volvió a atar y amordazar, tapándole boca y nariz con cinta aislante hasta que murió.

Antes, la cabo Comeau le suplicó: «He sido realmente buena. Quiero vivir». Tras su muerte, Williams siguió grabando vídeo y tomando fotografías de la militar. En su ordenador personal, donde el coronel guardaba minuciosos detalles de cada uno de sus delitos, la policía encontró una carta que mandó al padre de Comeau para expresarle sus condolencias.

La obligó a posar para él

Dos meses después, Williams siguió el mismo ritual con Jessica Lloyd. Tras irrumpir en su casa por la noche, el coronel dominó a la joven y la maniató con cinta aislante. La obligó a posar para él en ropa interior y la violó repetidamente. Posteriormente, Williams se la llevó a una de sus casas, donde la joven Lloyd sufrió convulsiones y pidió ser llevada a un hospital.

Según el fiscal, Lloyd suplicó a su asesino: «Si muero, ¿se asegurará de que mi madre sepa que la quiero?». Poco después Williams la golpeó en la cabeza y la asfixió con una cuerda hasta que murió.

Mañana, la fiscalía mostrará la confesión en vídeo que ofreció Williams tras ser detenido el pasado 7 de febrero. Se espera que a finales de esta semana sea condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 25 años, la máxima pena que permite la Constitución canadiense.

El coronel Russell Williams, jefe de la base aérea de Trenton, una de las más importantes de Canadá, ha servido como piloto del primer ministro y de importantes personalidades en visita oficial, como fue el caso de la Reina Isabel II. Tan «brillante» oficial ha confesado también otros dos asaltos sexuales y el robo, en 82 domicilios particulares, de ropa interior y diversas prendas femeninas.

ACTUALIZACIÓN
Sentencian a cadena perpetua a coronel canadiense por asesinatos y violaciones.
22 de octubre de 2010

BE­LLE­VI­LLE, Ca­na­dá, 21 de oc­tu­bre (AFP).- El ex co­man­dan­te de la ma­yor ba­se aé­rea de Ca­na­dá fue con­de­na­do es­te jue­ves a ca­de­na per­pe­tua por los ase­si­na­tos de dos mu­je­res y por agre­sio­nes se­xua­les dig­nas de una pe­lí­cu­la de te­rror.

Rus­sel Wi­lliams, de 47 años, fue ha­lla­do cul­pa­ble de más de 80 acu­sa­cio­nes, en­tre ellas ase­si­na­tos con pre­me­di­ta­ción, agre­sio­nes se­xua­les y en­tra­das vio­len­tas a los ho­ga­res de va­rias mu­je­res que re­si­dían en las cer­ca­nías de la ba­se de Tren­ton (On­ta­rio, cen­tro) que él di­ri­gía has­ta su arres­to en fe­bre­ro.

La Cor­te Su­pe­rior de On­ta­rio lo con­de­nó a ca­de­na per­pe­tua sin po­si­bi­li­dad de li­ber­tad con­di­cio­nal an­tes de 25 años. El mi­li­tar, que se de­cla­ró cul­pa­ble, es "un hom­bre en­fer­mo y pe­li­gro­so", de­cla­ró el juez Ro­bert Scott.
LE QUITARAN SU CARGO

Tras el ve­re­dic­to, las fuer­zas ar­ma­das anun­cia­ron que des­ti­tui­rán de su gra­do al co­ro­nel, y que le re­ti­ra­rán to­das sus me­da­llas mi­li­ta­res.

Sol­da­do con una fo­ja de ser­vi­cios has­ta aho­ra ejem­plar, Wi­lliams ha­bía pi­lo­tea­do el avión que trans­por­tó a la rei­na Isa­bel II du­ran­te una vi­si­ta a Ca­na­dá. Pe­ro es­te hom­bre, ca­sa­do des­de ha­ce ca­si 20 años, era en rea­li­dad uno de los pre­da­do­res se­xua­les más vio­len­tos de la his­to­ria ca­na­dien­se.

"Es un asun­to ho­rro­ro­so", di­jo el pri­mer mi­nis­tro ca­na­dien­se Step­hen Har­per du­ran­te una con­fe­ren­cia de pren­sa. Agre­gó que las tro­pas ha­bían si­do "trai­cio­na­das" y ase­gu­ró que el Mi­nis­te­rio de De­fen­sa to­ma­ría "to­das las san­cio­nes po­si­bles".

martes, 12 de octubre de 2010

SENTENCIA A DIEGO SANTOY.

12 de octubre de 2010

* Por matar a dos menores, intentar asesinar a su novia y privar de la
libertad a sirvienta
                                                   

Lue­go de cua­tro años de ha­ber­se co­me­ti­do uno de los más crue­les ase­si­na­tos, en con­tra de dos me­no­res hi­jos de pro­mi­nen­te fa­mi­lia en Nue­vo León, un juz­ga­do ha dic­ta­do sen­ten­cia pa­ra el cri­mi­nal Die­go San­toy Ri­ve­roll, que en la mis­ma no­che ma­tó a los dos me­no­res de 3 y 7 años, pri­vó de la li­ber­tad a una sir­vien­ta y le­sio­nó gra­ve­men­te a su no­via, Eri­ka Pe­ña Coss.

El cri­men que con­mo­cio­nó a la so­cie­dad neo­leo­nen­se tu­vo lu­gar la ma­dru­ga­da del 2 de mar­zo de 2006, cuan­do, por cau­sas que se des­co­no­cen, es­te jo­ven in­gre­só a la ca­sa de la fa­mi­lia Pe­ña Coss en la ca­lle Mon­te Ca­si­no, de la Co­lo­nia Cum­bres Se­gun­do Sec­tor, en Nue­vo León.

Aun­que la re­cons­truc­ción de los he­chos, que da­ría luz res­pec­to al mó­vil del cri­men se sus­pen­dió lue­go por­que no se pre­sen­tó la jo­ven Eri­ka Pe­ña, se co­no­ce que esa no­che el ase­si­no ma­tó a na­va­ja­zos al ni­ño Erick Azur, de 7 años de edad, lue­go fue a la re­cá­ma­ra de Ma­ría Fer­nan­da de só­lo tres años y la es­tran­gu­ló.

A la em­plea­da Ca­ta­li­na Bau­tis­ta só­lo la pri­vó de la li­ber­tad, mien­tras que a su no­via Eri­ka Pe­ña Coss la hi­rió de gra­ve­dad en el cue­llo con la mis­ma na­va­ja, pa­ra lue­go dar­se a la fu­ga.

El do­ble cri­men cau­só do­lor en no só­lo en Cum­bres, en Mon­te­rrey, si­no en to­do el país mien­tras eran le­van­ta­dos los cuer­pos, aten­di­da la jo­ven y la po­li­cía bus­ca­ba afa­no­sa­men­te al cri­mi­nal, te­nien­do co­mo úni­co pre­sun­to res­pon­sa­ble a Die­go San­toy Ri­ve­roll, quien ha­bía de­sa­pa­re­ci­do con su her­ma­no.

Am­bos bus­ca­ban lle­gar a la fron­te­ra nor­te y pa­sar a Gua­te­ma­la pa­ra eva­dir la ac­ción de la jus­ti­cia, pe­ro só­lo lle­ga­ron a Oa­xa­ca, don­de fue­ron lo­ca­li­za­dos el 6 de mar­zo, só­lo cua­tro días des­pués del cri­men.

ACU­SO A SU PA­RE­JA

Y si ya el ca­so era re­le­van­te por el sa­dis­mo usa­do, lo fue más cuan­do la abo­ga­da Ra­que­nel Vi­lla­nue­va to­mó el ca­so, só­lo pa­ra lo­grar que el jo­ven se de­cla­ra­ra cul­pa­ble del do­ble ho­mi­ci­dio, le­sio­nes, pri­va­ción de la li­ber­tad y ro­bo, aun­que ase­gu­ró ha­ber te­ni­do co­mo cóm­pli­ce a su no­via, Eri­ka Pe­ña.

El fue in­gre­sa­do el 31 de mar­zo de 2006 al Cen­tro de Rein­ser­ción So­cial de Ca­de­rey­ta y ase­gu­ra­ba que ella te­nía im­pli­ca­ción di­rec­ta en el do­ble ho­mi­ci­dio, pe­ro ella lo ne­gó in­clu­so cuan­do se vie­ron ca­ra a ca­ra en el ca­reo del 23 de ene­ro de 2007.

Y aun­que ella no se pre­sen­tó a la re­cons­truc­ción de he­chos que de­bía rea­li­zar­se den­tro del pro­ce­so el 16 de abril de 2010, el ca­so lle­gó a su fin cuan­do el juez pri­me­ro de lo pe­nal lo en­con­tró cul­pa­ble de al me­nos cin­co de los de­li­tos que se le im­pu­ta­ron, prin­ci­pal­men­te la muer­te de los me­no­res.

La ley en el Es­ta­do se­ña­la que un reo no pue­de per­ma­ne­cer en pri­sión más de 40 años; sin em­bar­go a es­te jo­ven se le im­pu­sie­ron las pe­nas de ma­ne­ra in­di­vi­dual, por lo que pa­sa­rá 40 años en pri­sión por la muer­te de pe­que­ño Erik Pe­ña; 32 años por el ho­mi­ci­dio de Ma­ría Fer­nan­da Pe­ña.

Y se le su­ma­rán 30 años más por la pri­va­ción ile­gal de la li­ber­tad de la em­plea­da Ca­ta­li­na Bau­tis­ta; 10 años por el de­li­to de ro­bo; y 16 años por ho­mi­ci­dio en gra­do de ten­ta­ti­va en con­tra de su en­ton­ces no­via Eri­ka Pe­ña Coss, ade­más de nue­ve años más por la agra­van­te del de­li­to.

Tras dar­se a co­no­cer la sen­ten­cia ayer mis­mo, su abo­ga­do Adol­fo Ve­ga in­for­mó que el jo­ven se ne­gó a fir­mar la sen­ten­cia ya que tie­nen pla­nea­do in­ter­po­ner una ape­la­ción o un am­pa­ro, por lo que in­di­có es­pe­ra­rán la re­so­lu­ción de un ma­gis­tra­do.

En to­tal es­te jo­ven ha si­do sen­ten­cia­do a pa­sar 138 años en pri­sión, con lo que su ca­so que­da ce­rra­do pa­ra la jus­ti­cia, que no así pa­ra el abo­ga­do que aún es­pe­ra lo­grar una re­duc­ción de sen­ten­cia, en un Es­ta­do don­de 40 años es lo má­xi­mo que pue­de pa­sar un de­lin­cuen­te en pri­sión.