sábado, 12 de septiembre de 2009

¿VICTIMA -VICTIMARIO?




Ya entrados en el 4o módulo sobre VICTIMOLOGÍA se vieron aspectos de la dinámica víctima victimario y los factores psicológicos y biológicos que juegan gran importancia en este tenor.




Por ello esta entrada aborda de manera dramática este aspecto donde los servidores públicos encargados de la ley y el orden se vuelven víctimas de una agresión cuando su "víctima" se convirtó en víctimario.
Con información del diario:
La Prensa,Sábado12 de septiembre de 2009 y la nota redactada del Reportero Grafico:Al­fre­do Ma­ga­ña.
Las au­to­ri­da­des ju­di­cia­les y pre­ven­ti­vas bus­can afa­no­sa­men­te des­de ayer en la ma­dru­ga­da al lim­pia­pa­ra­bri­sas y "ma­ta­po­li­cías" que mo­ti­va­do por el odio con­tra ellos por­que lo de­tu­vie­ron por una fal­ta ad­mi­nis­tra­ti­va, de in­me­dia­to pen­só en la ven­gan­za, mis­ma que se le fa­ci­li­tó tras ser pues­to en li­ber­tad por el 31 juez cí­vi­co de Iz­ta­pa­la­pa, y por con­tar con la ayu­da de un cóm­pli­ce que lo su­bió en su mo­to­ne­ta pa­ra bus­car a los uni­for­ma­dos.

La agre­sión fue ca­li­fi­ca­da co­mo bes­tial por al­gu­nos tes­ti­gos, ya que am­bos uni­for­ma­dos per­te­ne­cien­tes al Sec­tor Oa­sis de la Se­cre­ta­ría de Se­gu­ri­dad Pú­bli­ca ca­pi­ta­li­na, re­ci­bie­ron am­bos en sus cuer­pos al pa­re­cer un to­tal de 13 plo­ma­zos ca­li­bre .9 mi­lí­me­tros, que pro­vo­ca­ron la muer­te de uno de ellos a los po­cos mi­nu­tos, y el otro aún se de­ba­te en­tre la vi­da y la muer­te en el Hos­pi­tal Mo­cel, a don­de fue tras­la­da­do a bor­do del he­li­cóp­te­ro 2XC-CNR del Agru­pa­mien­to Cón­do­res.

El agen­te pre­ven­ti­vo fa­lle­ci­do fue iden­ti­fi­ca­do por las au­to­ri­da­des ju­di­cia­les co­mo Jai­me Pe­ña Bau­tis­ta, quien con­ta­ba con 32 años de edad, quien re­ci­bió sie­te ba­la­zos, de ellos 4 en la ca­be­za y 3 en el pe­cho, pe­ro no mu­rió si­no has­ta los pri­me­ros mi­nu­tos de ayer, ya que la agre­sión su­ce­dió muy cer­ca de la me­dia­no­che del jue­ves.

En tan­to, su com­pa­ñe­ro y tam­bién tri­pu­lan­te de la pa­tru­lla nú­me­ro P-51-09, lla­ma­do En­ri­que Agui­lar Me­za, de 35 años de edad, re­ci­bió 6 ba­la­zos, dos de ellos en el pe­cho, dos más en el bra­zo de­re­cho, y otros dos en la pier­na de­re­cha, por lo cual fue ope­ra­do de ur­gen­cia en el hos­pi­tal se­ña­la­do, don­de los ga­le­nos le da­ban es­pe­ran­zas de so­bre­vi­vir a esa bru­tal agre­sión.

Es­tos he­chos ha­blan de LA VIOLENCIA EXTREMA

que uti­li­zan al­gu­nos de­lin­cuen­tes de la ca­pi­tal, y de acuer­do con los re­por­tes ini­cia­les del ca­so, las au­to­ri­da­des ju­di­cia­les se­ña­la­ron que esos po­li­cías ha­bían arres­ta­do a un lim­pia­pa­ra­bri­sas so­bre la Cal­za­da Ig­na­cio Za­ra­go­za, ya que esa ac­ti­vi­dad es­tá san­cio­na­da por la ley, por lo cual lo tras­la­da­ron an­te el ti­tu­lar del Juz­ga­do Cí­vi­co 31, de la Coor­di­na­ción Te­rri­to­rial IZP-6, el li­cen­cia­do Da­vid Ji­mé­nez Ar­men­ta, quien se­gún los re­por­tes, ape­nas se re­ti­ra­ron los uni­for­ma­dos de­jó en li­ber­tad al pos­te­rior­men­te ho­mi­ci­da que ha­bía di­cho lla­mar­se Willy Díaz So­to, pues se­gún di­jo el mis­mo ser­vi­dor pú­bli­co, no ha­bía ra­zón pa­ra en­ce­rrar­lo, pues no ha­bía par­te acu­sa­do­ra.

Más tar­de, apro­xi­ma­da­men­te a las 23:15 ho­ras del jue­ves, los po­li­cías cir­cu­la­ban en su pa­tru­lla en el cru­ce de la Ave­ni­da Juan Cri­sós­to­mo Bo­ni­lla, a la al­tu­ra de la ca­lle Jo­sé Ma­ría Pa­rás, cer­ca de la Cal­za­da Ig­na­cio Za­ra­go­za, cuan­do dos su­je­tos que via­ja­ban en una mo­to­ne­ta ro­ja se les em­pa­re­ja­ron, y uno de los su­je­tos que era el mis­mo fra­ne­le­ro, sa­có a re­lu­cir una pis­to­la de grue­so ca­li­bre y les dis­pa­ró a am­bos uni­for­ma­dos sin dar­les tiem­po de na­da, ni sa­car su ar­ma de car­go pa­ra re­pe­ler la agre­sión, lo cual in­di­ca que la agre­sión fue con to­da trai­ción.

Ca­be se­ña­lar que la agre­sión se rea­li­zó del la­do de la por­te­zue­la de­re­cha, por eso las ba­las pe­ne­tra­ron los cuer­pos de los uni­for­ma­dos por ese la­do, y el po­li­cía En­ri­que Agui­lar to­da­vía tu­vo tiem­po de pe­dir au­xi­lio a tra­vés del equi­po de co­mu­ni­ca­ción de su pa­tru­lla, di­jo que les ha­bían dis­pa­ra­do.
Eso pro­vo­có la rá­pi­da mo­vi­li­za­ción de los ele­men­tos de to­da la de­mar­ca­ción, así co­mo de los cuer­pos de so­co­rro, y por cir­cu­lar cer­ca del lu­gar, en cues­tión de mi­nu­tos lle­gó al lu­gar la uni­dad nú­me­ro RM 107 de Res­ca­te Mu­ni­ci­pal de Ne­za­hual­có­yotl, quie­nes tras­la­da­ron a los dos po­li­cías a la Clí­ni­ca 25 del IMSS.

Aún cons­cien­te, el po­li­cía En­ri­que Agui­lar Me­za le di­jo a sus com­pa­ñe­ros que ha­bía re­co­no­ci­do al agre­sor, que era el mis­mo su­je­to que ha­bían lle­va­do al Juz­ga­do Cí­vi­co por de­di­car­se a lim­pia­pa­ra­bri­sas, cu­yo pre­sun­to nom­bre de Willy Díaz So­to, de 30 años de edad, es­ta­ba en su ho­ja de no­ve­da­des.

Fi­nal­men­te, ca­be aña­dir que por esos he­chos las au­to­ri­da­des de la agen­cia 44 del mi­nis­te­rio pú­bli­co ini­cia­ron la ave­ri­gua­ción pre­via FIZ­P/IZP-6/T-III/3342/09-09, por el de­li­to de ho­mi­ci­dio y lo que re­sul­te, en tan­to los agen­tes de la po­li­cía ju­di­cial in­for­ma­ron que el agre­sor pro­por­cio­nó al juez ca­li­fi­ca­dor una di­rec­ción fal­sa, pe­ro ya ras­trean to­da la zo­na en bus­ca del agre­sor, cu­ya pe­li­gro­si­dad es con­si­de­ra­da ex­tre­ma, se to­man las pre­cau­cio­nes pa­ra otro even­tual en­fren­ta­mien­to si es de­tec­ta­do, es­ti­man los de­tec­ti­ves que ya lo ras­trean.

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