Tiene 12 años y es usado por Cártel del Pacífico para cercenar a víctimas
Una noticia estremecedora que deja pensando en lo que se ha transformado la niñez en México
justo lo que en clses de PSICOLOGÍA CRIMINAL se ha comentado y que apareció en los titulares de los principales rotativos:
"Niño 'decapitador' escapa del Ejército."
Versiones preliminares y de algunos soldados afirman que el menor, apodado "El Chucky", logró darse a la fuga tras un operativo en Jiutepec, Morelos
Se iniciaron a las tres de la mañana en la calle de Zacatenco, numero 23, colonia Tejalpa, en el municipio mencionado, donde los inculpados habían instalado una casa de seguridad.
En el incierto destino que le espera a México para los próximos años, se encuentra el de una nueva generación de sicarios que iniciarán su carrera delictiva cada vez a edad más corta, porque el destino es implacable y su visión de vida no alcanza a describir horizontes sin violencia y ganancias rápidas.
Un claro ejemplo se encuentra en un sicario apodado “El Chucky”, de sólo 12 años de edad, integrante de una banda de sujetos al servicio del Cártel Pacífico Sur, CPS, señalado como el encargado de decapitar a sus víctimas.
Su grado de insensibilidad va unida a su habilidad, porque ayer al ser capturados seis de sus acompañantes, el burló el cinturón de seguridad que habían tendido los elementos de la 24 Zona Militar en una casa de seguridad en la comunidad de Tejalpa, perteneciente al municipio de Jiutepec, Morelos.
Su grado de peligrosidad fue considerada elevada, debido a que a pesar de haber sido uno de los golpes más severos asestados al crimen organizado en el estado de Morelos, tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva, “El Jefe de Jefes”, éste “niño criminal” logró evadir la acción de la policía.
Los seis sicarios del “Cártel del Pacífico Sur” tenían el encargo de
ejecutar a enemigos de la organización delictiva, en particular “a gente de Edgar Valdez Villarreal”, “La Barbie”.
INFORMES ANÓNIMOS ABREN CAMINO
Informes preliminares obtenidos en la citada Zona Militar refieren que las acciones mediante las cuales se logró la captura de los presuntos responsables, basadas en denuncias ciudadanas anónimas, se iniciaron a las tres de la mañana en la calle de Zacatenco, numero 23, colonia Tejalpa, en el municipio mencionado, donde los inculpados habían instalado una casa de seguridad.
“En el in mueble, el que incluso apareció en un video subido a una página electrónica, se encontraron seis rifles de asalto AK-47 y varios paquetes con droga, toda vez que los detenidos no solo ejecutaban a seguidores de Valdez Villarreal y narcos contrarios a su organización, sino también se dedicaban al narcomenudeo”.
Trascendió que en declaración ante autoridades castrenses, los detenidos aceptaron que cobraban tres mil dólares por cada ejecución que realizaban, entre ellas las registradas en los puentes de Galerías y Tabachines, donde fueron “colgadas y tiroteadas” las víctimas. También se les vincula con el fusilamiento de varias personas en las inmediaciones del fraccionamiento Burgos.
Y que entre los detenidos, quienes se espera sean puestos a disposición de la Procuraduría General de la República en las próximas horas, se encuentra Jesús “N” o “El Negro”, encargado de la célula delictiva del CPS, quien reveló a las autoridades militares que el joven que logró escapar de la casa de seguridad de Jiutepec responde al apodo del “El Chcuck”, de apenas 12 años de edad.
Se insistió en que los presuntos responsables, en un “alarde de prepotencia” y reto a las autoridades, subieron a la red un video en el que incluso posan, dentro de la casa de seguridad, con armas largas. La filmación, según los informes que obran en poder de autoridades, apareció bajo el rubro de “los Sicarios del CPS en Morelos.
sábado, 30 de octubre de 2010
miércoles, 20 de octubre de 2010
CORONEL CANADIENSE VIOLADOR EN SERIE HOMICIDA,TRAVESTI Y FETICHISTA SEXUAL.
El coronel fetichista, violador y asesino Russel Wiliams
miércoles, 20 de octubre de 2010
Uno de los oficiales con más futuro en las Fuerzas Aéreas canadienses se declara culpable de torturar, forzar y matar a dos mujeres
El coronel Russell Williams, de 47 años, era hasta febrero pasado uno de los oficiales más brillantes y con mejores perspectivas de futuro en las Fuerzas Aéreas canadienses. Apuesto, fornido y marcial. El clásico militar de pelo en pecho al que le sienta bien el uniforme.
Pero detrás de su impecable fachada escondía una personalidad sórdida: el perfil de un fetichista torturador, violador y asesino.
Los detalles revelados hoy por la fiscalía canadiense son dignos de un guión cinematográfico que no desdeñaría Quentin Tarantino. Engatusó a dos mujeres, a las que maniató, torturó durante horas, violó repetidas veces y finalmente estranguló. Y no olvidó fotografiar y grabar en vídeo la secuencia completa de sus «hazañas».
Durante el proceso que se le sigue en Belleville, a unos 180 kilómetro al este de Toronto, la fiscalía omitió las grabaciones por su crudeza. Pero las fotografías mostradas retratan al personaje. Rostro serio, casi pétreo, torso velludo, brazos musculosos, abdomen de gimnasio... vestido sólo con las prendas íntimas de sus víctimas, braguitas rojas, sujetadores negros, bodys verdes...
Williams admitió ante la sala haber torturado, violado y asesinado en noviembre de 2009 a la cabo Marie-France Comeau, de 38 años de edad, que servía bajo sus órdenes en la base aérea de Trenton; y a la joven Jessica Lloyd, de 27 años de edad, en enero pasado.
La violó durante dos horas
El fiscal Lee Burgess, que apenas pudo contener las lágrimas, relató a la sala que en el primer asesinato, el de la cabo Comeau, Williams irrumpió en su casa y, tras golpearla, la violó repetidamente durante dos horas. Comeau se resistió y escapó de habitación en habitación, pero el coronel la volvió a atar y amordazar, tapándole boca y nariz con cinta aislante hasta que murió.
Antes, la cabo Comeau le suplicó: «He sido realmente buena. Quiero vivir». Tras su muerte, Williams siguió grabando vídeo y tomando fotografías de la militar. En su ordenador personal, donde el coronel guardaba minuciosos detalles de cada uno de sus delitos, la policía encontró una carta que mandó al padre de Comeau para expresarle sus condolencias.
La obligó a posar para él
Dos meses después, Williams siguió el mismo ritual con Jessica Lloyd. Tras irrumpir en su casa por la noche, el coronel dominó a la joven y la maniató con cinta aislante. La obligó a posar para él en ropa interior y la violó repetidamente. Posteriormente, Williams se la llevó a una de sus casas, donde la joven Lloyd sufrió convulsiones y pidió ser llevada a un hospital.
Según el fiscal, Lloyd suplicó a su asesino: «Si muero, ¿se asegurará de que mi madre sepa que la quiero?». Poco después Williams la golpeó en la cabeza y la asfixió con una cuerda hasta que murió.
Mañana, la fiscalía mostrará la confesión en vídeo que ofreció Williams tras ser detenido el pasado 7 de febrero. Se espera que a finales de esta semana sea condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 25 años, la máxima pena que permite la Constitución canadiense.
El coronel Russell Williams, jefe de la base aérea de Trenton, una de las más importantes de Canadá, ha servido como piloto del primer ministro y de importantes personalidades en visita oficial, como fue el caso de la Reina Isabel II. Tan «brillante» oficial ha confesado también otros dos asaltos sexuales y el robo, en 82 domicilios particulares, de ropa interior y diversas prendas femeninas.
ACTUALIZACIÓN
Sentencian a cadena perpetua a coronel canadiense por asesinatos y violaciones.
22 de octubre de 2010
BELLEVILLE, Canadá, 21 de octubre (AFP).- El ex comandante de la mayor base aérea de Canadá fue condenado este jueves a cadena perpetua por los asesinatos de dos mujeres y por agresiones sexuales dignas de una película de terror.
Russel Williams, de 47 años, fue hallado culpable de más de 80 acusaciones, entre ellas asesinatos con premeditación, agresiones sexuales y entradas violentas a los hogares de varias mujeres que residían en las cercanías de la base de Trenton (Ontario, centro) que él dirigía hasta su arresto en febrero.
La Corte Superior de Ontario lo condenó a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional antes de 25 años. El militar, que se declaró culpable, es "un hombre enfermo y peligroso", declaró el juez Robert Scott.
LE QUITARAN SU CARGO
Tras el veredicto, las fuerzas armadas anunciaron que destituirán de su grado al coronel, y que le retirarán todas sus medallas militares.
Soldado con una foja de servicios hasta ahora ejemplar, Williams había piloteado el avión que transportó a la reina Isabel II durante una visita a Canadá. Pero este hombre, casado desde hace casi 20 años, era en realidad uno de los predadores sexuales más violentos de la historia canadiense.
"Es un asunto horroroso", dijo el primer ministro canadiense Stephen Harper durante una conferencia de prensa. Agregó que las tropas habían sido "traicionadas" y aseguró que el Ministerio de Defensa tomaría "todas las sanciones posibles".
miércoles, 20 de octubre de 2010
Uno de los oficiales con más futuro en las Fuerzas Aéreas canadienses se declara culpable de torturar, forzar y matar a dos mujeres
El coronel Russell Williams, de 47 años, era hasta febrero pasado uno de los oficiales más brillantes y con mejores perspectivas de futuro en las Fuerzas Aéreas canadienses. Apuesto, fornido y marcial. El clásico militar de pelo en pecho al que le sienta bien el uniforme.
Pero detrás de su impecable fachada escondía una personalidad sórdida: el perfil de un fetichista torturador, violador y asesino.
Los detalles revelados hoy por la fiscalía canadiense son dignos de un guión cinematográfico que no desdeñaría Quentin Tarantino. Engatusó a dos mujeres, a las que maniató, torturó durante horas, violó repetidas veces y finalmente estranguló. Y no olvidó fotografiar y grabar en vídeo la secuencia completa de sus «hazañas».
Durante el proceso que se le sigue en Belleville, a unos 180 kilómetro al este de Toronto, la fiscalía omitió las grabaciones por su crudeza. Pero las fotografías mostradas retratan al personaje. Rostro serio, casi pétreo, torso velludo, brazos musculosos, abdomen de gimnasio... vestido sólo con las prendas íntimas de sus víctimas, braguitas rojas, sujetadores negros, bodys verdes...
Williams admitió ante la sala haber torturado, violado y asesinado en noviembre de 2009 a la cabo Marie-France Comeau, de 38 años de edad, que servía bajo sus órdenes en la base aérea de Trenton; y a la joven Jessica Lloyd, de 27 años de edad, en enero pasado.
La violó durante dos horas
El fiscal Lee Burgess, que apenas pudo contener las lágrimas, relató a la sala que en el primer asesinato, el de la cabo Comeau, Williams irrumpió en su casa y, tras golpearla, la violó repetidamente durante dos horas. Comeau se resistió y escapó de habitación en habitación, pero el coronel la volvió a atar y amordazar, tapándole boca y nariz con cinta aislante hasta que murió.
Antes, la cabo Comeau le suplicó: «He sido realmente buena. Quiero vivir». Tras su muerte, Williams siguió grabando vídeo y tomando fotografías de la militar. En su ordenador personal, donde el coronel guardaba minuciosos detalles de cada uno de sus delitos, la policía encontró una carta que mandó al padre de Comeau para expresarle sus condolencias.
La obligó a posar para él
Dos meses después, Williams siguió el mismo ritual con Jessica Lloyd. Tras irrumpir en su casa por la noche, el coronel dominó a la joven y la maniató con cinta aislante. La obligó a posar para él en ropa interior y la violó repetidamente. Posteriormente, Williams se la llevó a una de sus casas, donde la joven Lloyd sufrió convulsiones y pidió ser llevada a un hospital.
Según el fiscal, Lloyd suplicó a su asesino: «Si muero, ¿se asegurará de que mi madre sepa que la quiero?». Poco después Williams la golpeó en la cabeza y la asfixió con una cuerda hasta que murió.
Mañana, la fiscalía mostrará la confesión en vídeo que ofreció Williams tras ser detenido el pasado 7 de febrero. Se espera que a finales de esta semana sea condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 25 años, la máxima pena que permite la Constitución canadiense.
El coronel Russell Williams, jefe de la base aérea de Trenton, una de las más importantes de Canadá, ha servido como piloto del primer ministro y de importantes personalidades en visita oficial, como fue el caso de la Reina Isabel II. Tan «brillante» oficial ha confesado también otros dos asaltos sexuales y el robo, en 82 domicilios particulares, de ropa interior y diversas prendas femeninas.
ACTUALIZACIÓN
Sentencian a cadena perpetua a coronel canadiense por asesinatos y violaciones.
22 de octubre de 2010
BELLEVILLE, Canadá, 21 de octubre (AFP).- El ex comandante de la mayor base aérea de Canadá fue condenado este jueves a cadena perpetua por los asesinatos de dos mujeres y por agresiones sexuales dignas de una película de terror.
Russel Williams, de 47 años, fue hallado culpable de más de 80 acusaciones, entre ellas asesinatos con premeditación, agresiones sexuales y entradas violentas a los hogares de varias mujeres que residían en las cercanías de la base de Trenton (Ontario, centro) que él dirigía hasta su arresto en febrero.
La Corte Superior de Ontario lo condenó a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional antes de 25 años. El militar, que se declaró culpable, es "un hombre enfermo y peligroso", declaró el juez Robert Scott.
LE QUITARAN SU CARGO
Tras el veredicto, las fuerzas armadas anunciaron que destituirán de su grado al coronel, y que le retirarán todas sus medallas militares.
Soldado con una foja de servicios hasta ahora ejemplar, Williams había piloteado el avión que transportó a la reina Isabel II durante una visita a Canadá. Pero este hombre, casado desde hace casi 20 años, era en realidad uno de los predadores sexuales más violentos de la historia canadiense.
"Es un asunto horroroso", dijo el primer ministro canadiense Stephen Harper durante una conferencia de prensa. Agregó que las tropas habían sido "traicionadas" y aseguró que el Ministerio de Defensa tomaría "todas las sanciones posibles".
martes, 12 de octubre de 2010
SENTENCIA A DIEGO SANTOY.
12 de octubre de 2010
* Por matar a dos menores, intentar asesinar a su novia y privar de la
libertad a sirvienta
Luego de cuatro años de haberse cometido uno de los más crueles asesinatos, en contra de dos menores hijos de prominente familia en Nuevo León, un juzgado ha dictado sentencia para el criminal Diego Santoy Riveroll, que en la misma noche mató a los dos menores de 3 y 7 años, privó de la libertad a una sirvienta y lesionó gravemente a su novia, Erika Peña Coss.
El crimen que conmocionó a la sociedad neoleonense tuvo lugar la madrugada del 2 de marzo de 2006, cuando, por causas que se desconocen, este joven ingresó a la casa de la familia Peña Coss en la calle Monte Casino, de la Colonia Cumbres Segundo Sector, en Nuevo León.
Aunque la reconstrucción de los hechos, que daría luz respecto al móvil del crimen se suspendió luego porque no se presentó la joven Erika Peña, se conoce que esa noche el asesino mató a navajazos al niño Erick Azur, de 7 años de edad, luego fue a la recámara de María Fernanda de sólo tres años y la estranguló.
A la empleada Catalina Bautista sólo la privó de la libertad, mientras que a su novia Erika Peña Coss la hirió de gravedad en el cuello con la misma navaja, para luego darse a la fuga.
El doble crimen causó dolor en no sólo en Cumbres, en Monterrey, sino en todo el país mientras eran levantados los cuerpos, atendida la joven y la policía buscaba afanosamente al criminal, teniendo como único presunto responsable a Diego Santoy Riveroll, quien había desaparecido con su hermano.
Ambos buscaban llegar a la frontera norte y pasar a Guatemala para evadir la acción de la justicia, pero sólo llegaron a Oaxaca, donde fueron localizados el 6 de marzo, sólo cuatro días después del crimen.
ACUSO A SU PAREJA
Y si ya el caso era relevante por el sadismo usado, lo fue más cuando la abogada Raquenel Villanueva tomó el caso, sólo para lograr que el joven se declarara culpable del doble homicidio, lesiones, privación de la libertad y robo, aunque aseguró haber tenido como cómplice a su novia, Erika Peña.
El fue ingresado el 31 de marzo de 2006 al Centro de Reinserción Social de Cadereyta y aseguraba que ella tenía implicación directa en el doble homicidio, pero ella lo negó incluso cuando se vieron cara a cara en el careo del 23 de enero de 2007.
Y aunque ella no se presentó a la reconstrucción de hechos que debía realizarse dentro del proceso el 16 de abril de 2010, el caso llegó a su fin cuando el juez primero de lo penal lo encontró culpable de al menos cinco de los delitos que se le imputaron, principalmente la muerte de los menores.
La ley en el Estado señala que un reo no puede permanecer en prisión más de 40 años; sin embargo a este joven se le impusieron las penas de manera individual, por lo que pasará 40 años en prisión por la muerte de pequeño Erik Peña; 32 años por el homicidio de María Fernanda Peña.
Y se le sumarán 30 años más por la privación ilegal de la libertad de la empleada Catalina Bautista; 10 años por el delito de robo; y 16 años por homicidio en grado de tentativa en contra de su entonces novia Erika Peña Coss, además de nueve años más por la agravante del delito.
Tras darse a conocer la sentencia ayer mismo, su abogado Adolfo Vega informó que el joven se negó a firmar la sentencia ya que tienen planeado interponer una apelación o un amparo, por lo que indicó esperarán la resolución de un magistrado.
En total este joven ha sido sentenciado a pasar 138 años en prisión, con lo que su caso queda cerrado para la justicia, que no así para el abogado que aún espera lograr una reducción de sentencia, en un Estado donde 40 años es lo máximo que puede pasar un delincuente en prisión.
* Por matar a dos menores, intentar asesinar a su novia y privar de la
libertad a sirvienta
Luego de cuatro años de haberse cometido uno de los más crueles asesinatos, en contra de dos menores hijos de prominente familia en Nuevo León, un juzgado ha dictado sentencia para el criminal Diego Santoy Riveroll, que en la misma noche mató a los dos menores de 3 y 7 años, privó de la libertad a una sirvienta y lesionó gravemente a su novia, Erika Peña Coss.
El crimen que conmocionó a la sociedad neoleonense tuvo lugar la madrugada del 2 de marzo de 2006, cuando, por causas que se desconocen, este joven ingresó a la casa de la familia Peña Coss en la calle Monte Casino, de la Colonia Cumbres Segundo Sector, en Nuevo León.
Aunque la reconstrucción de los hechos, que daría luz respecto al móvil del crimen se suspendió luego porque no se presentó la joven Erika Peña, se conoce que esa noche el asesino mató a navajazos al niño Erick Azur, de 7 años de edad, luego fue a la recámara de María Fernanda de sólo tres años y la estranguló.
A la empleada Catalina Bautista sólo la privó de la libertad, mientras que a su novia Erika Peña Coss la hirió de gravedad en el cuello con la misma navaja, para luego darse a la fuga.
El doble crimen causó dolor en no sólo en Cumbres, en Monterrey, sino en todo el país mientras eran levantados los cuerpos, atendida la joven y la policía buscaba afanosamente al criminal, teniendo como único presunto responsable a Diego Santoy Riveroll, quien había desaparecido con su hermano.
Ambos buscaban llegar a la frontera norte y pasar a Guatemala para evadir la acción de la justicia, pero sólo llegaron a Oaxaca, donde fueron localizados el 6 de marzo, sólo cuatro días después del crimen.
ACUSO A SU PAREJA
Y si ya el caso era relevante por el sadismo usado, lo fue más cuando la abogada Raquenel Villanueva tomó el caso, sólo para lograr que el joven se declarara culpable del doble homicidio, lesiones, privación de la libertad y robo, aunque aseguró haber tenido como cómplice a su novia, Erika Peña.
El fue ingresado el 31 de marzo de 2006 al Centro de Reinserción Social de Cadereyta y aseguraba que ella tenía implicación directa en el doble homicidio, pero ella lo negó incluso cuando se vieron cara a cara en el careo del 23 de enero de 2007.
Y aunque ella no se presentó a la reconstrucción de hechos que debía realizarse dentro del proceso el 16 de abril de 2010, el caso llegó a su fin cuando el juez primero de lo penal lo encontró culpable de al menos cinco de los delitos que se le imputaron, principalmente la muerte de los menores.
La ley en el Estado señala que un reo no puede permanecer en prisión más de 40 años; sin embargo a este joven se le impusieron las penas de manera individual, por lo que pasará 40 años en prisión por la muerte de pequeño Erik Peña; 32 años por el homicidio de María Fernanda Peña.
Y se le sumarán 30 años más por la privación ilegal de la libertad de la empleada Catalina Bautista; 10 años por el delito de robo; y 16 años por homicidio en grado de tentativa en contra de su entonces novia Erika Peña Coss, además de nueve años más por la agravante del delito.
Tras darse a conocer la sentencia ayer mismo, su abogado Adolfo Vega informó que el joven se negó a firmar la sentencia ya que tienen planeado interponer una apelación o un amparo, por lo que indicó esperarán la resolución de un magistrado.
En total este joven ha sido sentenciado a pasar 138 años en prisión, con lo que su caso queda cerrado para la justicia, que no así para el abogado que aún espera lograr una reducción de sentencia, en un Estado donde 40 años es lo máximo que puede pasar un delincuente en prisión.
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