sábado, 30 de julio de 2011
ANDERS BEHRING BREIVIK
"No quiero hablar más de mi hijo, es un terrorista"
TOULOUSE, Francia, 29 de julio 2011.
El padre de Anders Behring Breivik, el noruego que reconoció haber asesinado a 76 personas el viernes pasado en Noruega, no quiere hablar más de su hijo al que calificó de "terrorista" en declaraciones al diario francés "La Dépeche du Midi".
Jens Breivik, un diplomático jubilado de 76 años, interrogado en Cournanel, pueblo del sur de Francia donde reside, precisó a ese diario regional que le acordaba una entrevista de "diez minutos", antes de agregar: "será la última entrevista".
"Digan claramente que no tengo nada qué ver con ese terrorista", afirmó en primer lugar Breivik hablando en francés.
"No quiero hablar más de mi hijo, es un terrorista", sostuvo luego en inglés, antes de recordar la reciente entrevista que concedió al canal de televisión TV2 de Noruega, en la cual declaró que Anders Breivik "debería haberse suicidado (...) en lugar de matar a tantas personas".
Anders Behring Breivik, de 32 años, reconoció el pasado lunes ante la justicia noruega que fue el autor del atentado con bomba perpetrado en el centro de Oslo y el tiroteo en la isla de Utoya, que costaron la vida en total a 76 personas.
Jens y Anders no se ven desde hace 15 años.
"Nunca más podré volver a Noruega", agregó Jens Breivik antes de subrayar "su voluntad de quedarse en Cournanel", convertido "ahora en nuestra tierra de asilo".
Breivik padre saludó el apoyo que recibió de "todos los vecinos" de su pueblo francés.
"Nos protegieron de este furor mediático", sostuvo, antes de explicar que fue él quien "pidió a la gendarmería de Limoux protección cuando me di cuenta de que en todos lados se hablaba de mi hijo y entendieron mi desasosiego.
"Las palabras nunca podrán describir lo que siento hoy en día, seguramente mañana y también pasado", dijo el ex diplomático noruego, que según "La Dépeche du Midi" "es un hombre infinitamente triste" que durante la entrevista tenía los ojos "enrojecidos e hinchados".
Tardará meses probar "locura" de Anders B. Breivik.
La demencia es difícil de fingir
LONDRES, Inglaterra, 30 de julio 2011.
Evaluar si el confeso asesino masivo de Noruega, Anders Behring Breivik, está loco, como afirma su abogado, llevará meses de observación, entrevistas y análisis, y los expertos dicen que es difícil fingir una enfermedad mental.
Psiquiatras forenses que analizan las mentes de los asesinos destacan claros patrones de comportamiento que pueden provenir de hace mucho tiempo y pueden dar pistas vitales sobre el estado mental de Breivik cuando asesinó a 77 personas en un tiroteo y ataque con bomba el 22 de julio.
El abogado de Breivik, Geir Lippestad, ha dicho que "este caso completo indica que él está loco", pero expertos destacan algunos factores clave que podrían sugerir un punto de vista distinto.
Afirman que el resultado final más probable es que Breivik, de 32 años de edad, sea encarcelado o mantenido en un hospital psiquiátrico hasta que tenga al menos unos cincuenta años. Cualquier liberación fuera de eso se permitiría sólo si una junta de libertad condicional considera que es seguro, poco probable dada la magnitud y la gravedad de sus crímenes.
"La defensa por demencia se trata de que alguien entienda lo que está haciendo, y si lo hace... si comprende que es legalmente incorrecto", dijo Seena Fazel, profesor de clínica en psiquiatría forense de la Universidad de Oxford.
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