lunes, 16 de noviembre de 2009

PROYECTILES ANTIBLINDAJE PERSONAL(BLACK RHINO)

 Hay mucha gente interesada en que todos tengan por qué callar, para que no hablen de ellos. (Benavente)



Hace ya bastantes años tuve una discusión con compañeros de inteligencia al respecto de que si existían balas capaces de penetrar el blindaje personal de protección y a modo de no poder rebatir dicha tesis hace unos días encontre por fín la publicación que yo había leído en esa época y que ahora gracias a la digitalización puedo colgarla en este blog además de insertar una imagen de esta munición y arma que hace lo que en un momento era solo leyenda urbana.

Ahora deseo compartirlo con todo elmundo cibernético que hace elhonor de visitar este blog.





Jueves, 29 de diciembre de 1994. AÑO VI NUMERO 1.875 PRECIO: 110 PTS

Polémica en EEUU por la próxima venta de dos mortíferas balas
La última moda para matar

Los dos nuevos proyectiles, de «alta tecnología», se ponen a la venta con plenas garantías de causar la «muerte instantánea»

IRENE HDEZ. VELASCO

NUEVA YORK.- Son el último grito en tecnología para matar. A mediados de enero se pondrán a la venta en Estados Unidos dos nuevos tipos balas. Dos modelos superdestructivos diseñados para causar el mayor daño posible en su objetivo: el cuerpo humano. Uno de ellos es tan potente que traspasa incluso los chalecos antibalas.

Se llaman Rhino-Ammo y Black-Rhino, y son la muerte hecha proyectil. La primera es una bala que se descompone en miles de trozos al hacer blanco en la carne, convirtiéndose cada pedacito en una afiladísima cuchilla de afeitar.

«Estos fragmentos actúan como metralla letal en los órganos vitales, los pulmones, los componentes del sistema circulatorio, el corazón y otros tejidos. La herida es catastrófica. La muerte, casi instantánea», explica el envoltorio de la nueva bala. Además, si la Rhino-Ammo no mata, el consumidor descontento recuperará los cuatro dólares -525 pesetas aproximadamente- que cuesta cada proyectil. La bala vale siete veces más que una normal, pero está garantizada. «Si no queda satisfecho, le devolvemos su dinero», promete su caja.


SIN PUNTERIA.- Es tan maravillosa que ya no hay que tener buena puntería para mandar a alguien al otro barrio. Con la Rhino-Ammo da igual donde se haga blanco. «Cuando esta bala alcanza a alguien, ese alguien muere. Y no por accidente. Esta diseñada para que así sea. El daño que causa es horrible; no hay manera de detener la pérdida de sangre. Siempre funciona», explica orgulloso David Keen, presidente de Signature Products, la empresa que en breve comercializará los dos nuevos proyectiles. «La belleza que se esconde detrás de estas balas es que causan una herida increíble», añade.

Si la Rhino-Ammo es mortal, su hermana Black-Rhino lo es más. Tiene la punta convexa, lo que la permite saltarse a la torera los chalecos antibalas. Y una vez salvado éste pequeño obstáculo, es tan destructiva como su compañera. «Nada detiene a la Black-Rhino», advierte su caja.




En Estados Unidos, una ley de 1986 prohibe la comercialización de los llamados proyectiles «matapolis»: unas municiones fabricadas con teflón y otras aleaciones de metales así bautizadas por su capacidad de traspasar los chalecos antibalas de los policías. La Black-Rhino, sin embargo, es perfectamente legal. Su trampa: no es de metal, sino una combinación de plásticos llamados polímeros.

Las dos nuevas balas son obra de un químico que ha aparcado temporalmente los tubos de ensayo para estrenarse en el campo de las armas. Un investigador que las defiende a capa y espada: «Están concebidas exclusivamente como balas de defensa».

OBJETIVO FACIL.- Los policías, sin embargo, no lo ven tan claro. Sobre todo, porque la comercialización de las Rhino les convierte en objetivo fácil: «Una vez que lleguen al mercado, caerán en las manos que no deben», pronostica Beth McGee, de la Asociación Nacional de Organizaciones de Policías.

En principio, las nuevas balas sólo se suministrarán a las comisarías y a las aproximadamente 250.000 armerías que existen en EEUU. A su vez, éstos establecimientos sólo podrán vender los proyectiles a las personas con licencia de armas. En principio. Pero casi nadie duda de que, tan pronto se pongan en circulación, los criminales se harán con ellas. Es tal la polémica que se ha levantado con las dos balas que Signatures Products ha decidido congelar de momento su comercialización. Temporalmente.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

INYECCIÓN LETAL AL FRANCOTIRADOR DE WASHINGTON.

Inyección letal a Muhammad

11 de noviembre de 2009



JA­RRATT, Vir­gi­nia, 10 de no­viem­bre (OEM-AP).- El ce­re­bro de los ata­ques se­lec­ti­vos de 2002 que ma­ta­ron a 10 per­so­nas en la re­gión de Was­hing­ton, ha si­do eje­cu­ta­do.

Un vo­ce­ro de la cár­cel di­jo que John Allen Mu­ham­mad mu­rió por in­yec­ción le­tal a las 9:11 de la no­che de hoy en el Cen­tro Co­rrec­cio­nal de Greens­vi­lle.

Mu­ham­mad fue eje­cu­ta­do por ma­tar a Dean Ha­rold Me­yers en una ga­so­li­ne­ra du­ran­te una se­rie de dis­pa­ros se­lec­ti­vos que ate­rro­ri­za­ron a Mary­land, Vir­gi­nia y Was­hing­ton, du­ran­te un pe­rio­do de tres se­ma­nas. Su cóm­pli­ce ado­les­cen­te, Lee Boyd Mal­vo, fue sen­ten­cia­do a ca­de­na per­pe­tua.


El go­ber­na­dor de Vir­gi­nia, Tim Kai­ne, de­ne­gó su pe­di­do de cle­men­cia, alla­nan­do el ca­mi­no pa­ra la eje­cu­ción.

Larry Tray­lor, por­ta­voz de la cár­cel, in­di­có que Mu­ham­mad no pro­nun­ció na­da al fi­nal. In­di­có que no lo es­cu­chó de­cir ni una so­la pa­la­bra.
QUE SU ALMA ESTE CON ALÁ
DESCANSE EN PAZ.

viernes, 6 de noviembre de 2009

UN NUEVO CVASO DE MASS MURDERER O ASESINO DE MASAS.

Militar mata a doce personas


* Fue informado acerca de su traslado al frente de batalla
6 de noviembre de 2009



HOUS­TON, Te­xas, 5 de no­viem­bre (Reu­ters).- Al me­nos 12 per­so­nas mu­rie­ron y otras 31 re­sul­ta­ron he­ri­das cuan­do un sol­da­do es­ta­dou­ni­den­se abrió fue­go hoy en una ba­se mi­li­tar en Fort Hood, Te­xas, di­jo un ofi­cial del ejér­ci­to.
El te­nien­te ge­ne­ral Bob Co­ne, co­man­dan­te de la ba­se, des­ta­có que otros dos sol­da­dos fue­ron de­te­ni­dos por los he­chos co­mo sos­pe­cho­sos.
La se­na­do­ra de Te­xas, Kay Bai­ley Hut­chi­son, di­jo en una en­tre­vis­ta con la ca­de­na Fox News que ofi­cia­les mi­li­ta­res le ha­bían in­for­ma­do que el hom­bre ar­ma­do era un sol­da­do que es­ta­ba a pun­to de ser en­via­do a Irak.

Va­rios me­dios lo­ca­les di­je­ron que el agre­sor era el ma­yor Nidal Malik Ha­san y se­ña­la­ron que te­nía al­re­de­dor de 40 años, pe­ro es­ta in­for­ma­ción no pu­do ser con­fir­ma­da de in­me­dia­to.

Co­ne des­ta­có que el ata­que ocu­rrió en el Cen­tro de Pre­pa­ra­ción de Sol­da­dos en Fort Hood, don­de los mi­li­ta­res que se pre­pa­ran pa­ra ser en­via­dos al ex­te­rior se so­me­ten a con­tro­les mé­di­cos de úl­ti­ma ho­ra.

El ti­ro­teo tu­vo lu­gar a las 1930 GMT.

"El agre­sor mu­rió. Era un sol­da­do. Tam­bién he­mos apre­sa­do a otros dos sol­da­dos que son sos­pe­cho­sos. Se­gún tes­ti­gos vi­sua­les po­dría ha­ber ha­bi­do más de un hom­bre que abrió fue­go", sos­tu­vo Co­ne.

Ch­ris­top­her Ho­gue, je­fe de pren­sa en Fort Hood, di­jo a pe­rio­dis­tas: "el úni­co que sa­be­mos que abrió fue­go es­tá muer­to y te­nía dos ar­mas de ma­no". El agre­sor fue in­clui­do en la ci­fra de 12 muer­tos.

El Man­da­ta­rio de Es­ta­dos Uni­dos, Ba­rack Oba­ma, es­tá al tan­to de los he­chos y la Ca­sa Blan­ca si­gue de cer­ca la si­tua­ción, di­jo un por­ta­voz de la Pre­si­den­cia.

Oba­ma, en un dis­cur­so du­ran­te un even­to en el De­par­ta­men­to del In­te­rior en Was­hing­ton, ca­li­fi­có al he­cho co­mo un "arre­ba­to de vio­len­cia ho­rro­ro­so".
Fort Hood es­tá a mi­tad de ca­mi­no en­tre Aus­tin y Wa­co, a unos 100 ki­ló­me­tros de ca­da ciu­dad, en Te­xas

Fun­cio­na­rios del Pen­tá­go­no di­je­ron que no es­ta­ba cla­ro el mo­ti­vo del ata­que.

jueves, 5 de noviembre de 2009

MEDICOS VENDÍAN BEBÉS EN $15 MIL.

México D.F. a 4 de Noviembre del 2009.



PGJDF CAPTURA A MÉDICOS DE HOSPITAL PRIVADO, PRESUNTOS INTEGRANTES DE UNA BANDA DEDICADA A LA VENTA DE BEBÉS

También detienen a un matrimonio y a una mujer que compraron a niños
A las madres de los menores les decían que los menores fallecieron
Hechos ocurridos en un hospital de la delegación Venustiano Carranza.




La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) capturó a tres médicos, una enfermera y el recepcionista de un hospital privado, involucrados en el presunto robo y venta de niños recién nacidos, a cuyas madres engañaron de que los bebés fallecieron. Las indagatorias continúan, pues el grupo delictivo pudiera estar relacionado con más denuncias.



El titular de la Subprocuraduría de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJDF, Luis Genaro Vásquez Rodríguez, informó que también fueron detenidos un matrimonio y una mujer soltera que compraron a dos niñas, a quienes registraron como hijas suyos.




Precisó que los detenidos son los médicos Víctor Manuel Mancera González, Jorge Adalberto Guerrero Bustos y Alfredo Ortiz Rosas, de 74, 55 y 52 años, respectivamente; así como la enfermera, María Guadalupe Castro Morales, de 58, y el recepcionista, Leonel Rodríguez Mondragón, a quienes se acusa de los delitos de tráfico de menores, uso de documento falso y delincuencia organizada.




También, señaló el funcionario, fueron capturados el matrimonio formado por Antonio Merino Hernández, de 46 años, y María de la Luz Ruiz Padilla, de 39, así como Cinthia Nayeli Pérez Ortiz, de 37 años. En ambos casos, les fueron vendidas dos niñas que nacieron en el Hospital Central de Oriente, ubicado en Calzada Ignacio Zaragoza número 491, colonia Valentín Gómez Farías, delegación Venustiano Carranza.




Por ello, anunció, la institución ya inició los trámites correspondientes para la extinción de dominio del hospital, donde por ahora fueron asegurados instrumental y demás bienes muebles de ese nosocomio.



De acuerdo con las evidencias, la denunciante dijo que el nacimiento de su hija ocurrió el 25 de octubre de 2008, a las 17:11 horas. Que nunca vio a la menor, pero si la escuchó llorar, pidiéndole en repetidas ocasiones al médico Ortiz Rosas, la dejara ver a su hija. Pero el galeno le respondió que sería más tarde, una vez que se recuperara de la anestesia y de la cesárea a que fue sometida.


Posteriormente, el doctor Víctor Manuel Mancera le informó que la niña fue llevada al Hospital Infantil “Moctezuma” para su atención. Un día después, el médico Ortiz le dijo: “Tu hija murió. No se pudo hacer nada por ella. Nació con insuficiencia respiratoria. Traté de salvarla pero murió”. Le afirmó que el cadáver fue incinerado.


El 27 de octubre, añadió, le requirió al médico las cenizas de su hija o en su defecto el acta de defunción, y éste le contestó: “Ya te dije, murió. La llevé a incinerar. No hay más que decir ni hacer, los documentos están en trámite”.

Luego recibió un correo electrónico del hijo del dueño de la clínica, en el cual le reveló que su hija estaba viva. “El doctor Ortiz la acomodó con una familia y, por supuesto, recibió una muy buena lana”, le comentó en el mensaje.

El emisor fue interrogado, lo mismo que otros testigos. Todos coincidieron en que la bebé fue vendida a un matrimonio con domicilio en el municipio de San Vicente Chicoloapan, Estado de México.

Fue así como policías de la PGJDF capturaron a María de la Luz Ruiz Padilla y Antonio Merino Hernández, quienes aceptaron haber adoptado a una niña, la que se creyó en un principio era la hija de la denunciante, lo cual resultó falso una vez practicada la prueba de genética.

La pareja declaró que el pasado mes de abril le fue “regalada” la niña de siete meses de nacida, la cual era hija de una señora que vivía en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México. Esto se los comentó una amiga, quien sabía que ellos, el matrimonio, no podían tener hijos y por lo cual deberían de aprovechar tal situación.


Días después fueron por la niña, la cual le fue entregada por la amiga, por lo que nunca conocieron a la madre biológica. Incluso, mostraron el documento en el que la mujer les cedió los derechos de la pequeña, puso su nombre, firma y entregó copia de la credencial de elector.

Ante el problema de registrar a la niña como hija suya, buscaron alguien que les ayudara. Fue así como conocieron al doctor Víctor Manuel Mancera, dueño del Hospital Central de Oriente, quien les firmó la constancia de alumbramiento, cobrándoles 12 mil pesos.


Las indagatorias continuaron y llevaron a la captura de la psicóloga Cinthia Nayeli Pérez Ortiz, quien en noviembre de 2008 compró una niña en 15 mil pesos, a cuya menor registro como hija suya con los documentos que le entregaron.

En su declaración la mujer aceptó los hechos. Aunque dijo que en realidad desde hace cinco años entabló contacto con otro médico, quien está prófugo, al cual le confesó que no podía tener hijos.

El galeno le dijo que desde hace años practicaba legrados, por lo que podía conseguirle un bebé sin problemas, ya que sus madres no los querían y en muchas ocasiones los abandonaban o querían que murieran.

Añadió que dicho sujeto le explicó que en ocasiones lograba convencer a las madres mantener el producto hasta por 6.5 meses, para luego sacárselos e inyectarles a éstos una solución para que maduraran sus pulmones y corazón. Posteriormente, les conseguían parejas o mujeres que no pudieran tener hijos.


Por ello, le aseguró que tenía posibilidad de conseguirle un bebé. Para lo cual tenía que pagar 15 mil pesos, de los cuales daba 10 mil como adelanto y el resto cuando le fuera entregado el producto.

La declarante y detenida dijo que así lo hizo, pero el médico no cumplió. Fue hasta finales de septiembre o principios de octubre de 2008, cuando el galeno volvió a contactarla para preguntarle si seguía interesada en un bebé. Contestándole afirmativamente. Le dijo que ya tenía un cachorro, refiriéndose al bebé recién nacido.


A los pocos días, la citó en las inmediaciones de la estación del metro “Puebla”, donde le entregó a una niña. Además, luego de pagar los cinco mil pesos restantes, el médico le dio el acta de alumbramiento expedida por el Hospital Central de Oriente, en la que asentaron como fecha de nacimiento de la niña el 18 de noviembre de 2008, diciéndole que “la cachorrita está en buen estado y tiene ocho meses”.


Esta niña, luego de efectuarle los estudios de genética por parte de los especialistas de la PGJDF, resultó ser la hija de la denunciante.



El subprocurador Luis Genaro Vásquez Rodríguez dijo que los ocho sospechosos detenidos, actualmente están arraigados por 30 días, como lo ordenó el Juzgado 40 Penal, ya que los presuntos pudieran estar involucrados en otros hechos delictivos, además de que este lapso da tiempo suficiente al Ministerio Público para integrar en su totalidad el pliego consignatario y que la policía de investigación detenga a otros integrantes del grupo delictivo.





lunes, 2 de noviembre de 2009

¿UN NUEVO ASESINO SERIAL EN LOS USA?

Hospedaba 6 cadaveres

1 de noviembre de 2009.México.


CLE­VE­LAND, Ohio, 31 de oc­tu­bre .- Un ex con­vic­to por de­li­tos se­xua­les, que hu­yó cuan­do la po­li­cía ve­nía a arres­tar­lo por un nue­vo car­go de vio­la­ción, fue de­te­ni­do hoy en Cle­ve­land, lue­go que los in­ves­ti­ga­do­res en­con­tra­ron seis ca­dá­ve­res en su ca­sa.

Ant­hony So­well ca­mi­na­ba por la ca­lle de un ba­rrio po­bre del es­te de la ciu­dad cuan­do agen­tes de po­li­cía lo vie­ron y lo arres­ta­ron, di­jo el vo­ce­ro po­li­cial Tho­mas Sta­cho.

So­well pri­me­ro ne­gó ser el hom­bre bus­ca­do por las au­to­ri­da­des pe­ro al fi­nal re­co­no­ció su iden­ti­dad cuan­do los agen­tes co­men­za­ron a ve­ri­fi­car sus hue­llas dac­ti­la­res, di­jo Sta­cho.

Al prin­ci­pio las au­to­ri­da­des iden­ti­fi­ca­ron tres ca­dá­ve­res en la vi­vien­da de So­well, di­jo Sta­cho. Po­well Cae­sar, por­ta­voz de la ofi­ci­na fo­ren­se del con­da­do de Cu­ya­ho­ga, di­jo que se con­fir­mó que otros res­tos hu­ma­nos ha­lla­dos co­rres­pon­den a tres ca­dá­ve­res más, pa­ra un to­tal de seis.

Has­ta el sá­ba­do, se ha­bía prac­ti­ca­do la au­top­sia a los seis cuer­pos, sin re­ve­lar cau­sas de los fa­lle­ci­mien­tos ni nom­bres de las víc­ti­mas. Dos ne­crop­sias se rea­li­za­ron ayer.

Los pri­me­ros dos ca­dá­ve­res apa­re­cie­ron el jue­ves por la no­che, cuan­do la po­li­cía fue a la ca­sa de So­well a arres­tar­lo ba­jo car­gos de agre­sión cri­mi­nal y vio­la­ción.

So­well ha­bía pa­sa­do 15 años en pri­sión por una vio­la­ción co­me­ti­da en 1989.

El fo­ren­se del con­da­do de Cu­ya­ho­ga, Frank Mi­ller, di­jo que dos de los cuer­pos per­te­ne­cían a mu­je­res ne­gras y que una de ellas ha­bía si­do ase­si­na­da de for­ma vio­len­ta. No se ha­bía de­ter­mi­na­do el se­xo o ra­za de los otros.
Los ca­dá­ve­res ha­bían al­can­za­do un es­ta­do de des­com­po­si­ción avan­za­do. Es­to sig­ni­fi­ca que po­dría lle­var bas­tan­te tiem­po es­ta­ble­cer có­mo mu­rie­ron y que lle­va­ban lar­go tiem­po en la ca­sa de So­well.

La po­li­cía fi­jó un pues­to de co­man­do en el ba­rrio pa­ra re­ci­bir de­nun­cias so­bre per­so­nas ex­tra­via­das y cual­quier in­for­ma­ción adi­cio­nal so­bre los ca­sos pen­dien­tes de re­si­den­tes de­sa­pa­re­ci­dos.

Los in­ves­ti­ga­do­res tam­bién es­ta­ban ve­ri­fi­can­do los re­por­tes de de­sa­pa­ri­cio­nes des­de ju­nio del 2005, cuan­do So­well fue li­be­ra­do de la cár­cel.
ACTUALIZACIÓN. 4 de noviembre de 2009
Son ya 10 muertos en casa de violador



WAS­HING­TON, D.C., 4 de no­viem­bre (AFP).- Las au­to­ri­da­des de­sen­te­rra­ron el mar­tes otros cua­tro cuer­pos en la ca­sa de un agre­sor se­xual en Ohio, con lo que se ele­vó a diez el nú­me­ro de cá­da­ve­res des­cu­bier­tos des­de el ma­ca­bro ha­llaz­go el pa­sa­do sá­ba­do, se­gún me­dios lo­ca­les.
Las au­to­ri­da­des se­guían con las ex­ca­va­cio­nes, mien­tras el je­fe de la po­li­cía de Cle­ve­land, Mi­chael Mc­Grath, se­ña­ló que
Ant­hony So­well fue acu­sa­do en cin­co pro­ce­sos por ase­si­na­to agra­va­do, des­pués que fue­ran ha­lla­dos en su do­mi­ci­lio los ca­dá­ve­res de seis mu­je­res la se­ma­na pa­sa­da.
So­well, ex­car­ce­la­do en 2005 des­pués de va­rios años en la pri­sión acu­sa­do de una vio­la­ción en 1989, fue de­te­ni­do el pa­sa­do sá­ba­do en Cle­ve­land des­pués que un ciu­da­da­no lo re­co­no­ció en la ca­lle y lla­mó a la po­li­cía.
Los in­ves­ti­ga­do­res in­ten­tan de­ter­mi­nar la iden­ti­dad de víc­ti­mas.
So­well "te­nía un ape­ti­to in­sa­cia­ble", di­jo Mc­Grath, agre­gan­do que se­gún cree el hom­bre co­no­cía a las mu­je­res que ata­có.